LA CASA DEL CAMBIO

    Abrí la puerta y vi una habitación agradable, no muy grande, por cuyas ventanas entraba el sol. En el centro había una mesa redonda, cubierta por toda clase de platos y cestos de frutas de muchos colores que yo no conocía. A la mesa se sentaba una mujer que se parecía un poco a una manzana, con sus mejillas coloradas y redondas , sanas y apetitosas. 
    La puerta se cerró de golpe, y una agradable música de los "60" empezó a sonar .Eso me puso muy feliz, es como se la casa supiese lo que me gustaba, y un olor a tarta de queso salía de la cocina, que era muy amplia, o al menos lo parecía, a pesar de de corredera con pequeños ventanucos .
    la mujer se levantó de la mesa y fue a por el pastel. Me vio, pero no me dijo nada, eso me produjo un poco de miedo. 
Cuando se sentó partió dos trozos de la tarta de queso y dijo